Recetas con espinacas de bote o congeladas

¿A que abrir la despensa y verla bien llena produce cierta satisfacción? O tranquilidad, o seguridad, o vete a saber tú qué más. Pero o hace falta haberse unido a las filas prepper para tener comida en reserva. Dedicar tiempo a completar nuestra despensa es una muy buena opción para salvar esos días en que no sabemos qué cocinar, o aquellos en los que nos faltan ciertos ingredientes y no tenemos tiempo para ir a comprar o, simplemente, para almacenar productos que usamos poco.

Espinacas recién recogidas

En realidad, la tarea es sencilla, siempre que no nos estemos preparando para el fin del mundo y solo ambicionemos tener un “fondo de armario” apañado. De hecho, podemos solucionar una despensa con ingredientes enlatados o secos en un pispás, como ya os hemos contado.

Las verduras y legumbres en lata o en bote de cristal son una gran opción para tener almacenadas y siempre a mano cuando no podemos pasarnos a por frescos a la frutería. La ventaja es que nos permitirán disfrutar de alimentos con todo el sabor, calidad y nutrientes en cualquier momento del año y a un precio muy asequible.

Hoy hablaremos de uno de los 10 productos que no pueden faltar en tu despensa o congelador. Adivina cuál. 
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Cocina rápida y saludable, ¡sí se puede!

No nos pondremos aquí a glosar la maravilla nutricional de esta verdura más verde que el trigo verde. En general, las espinacas frescas se pueden sustituir fácilmente por congeladas. Las hay en bloques, pero también en trozos más pequeños, que resultan más fáciles de descongelar y encajan a la perfección en tortillas, revueltos o platos de pasta rápidos. Los bloques ultracongelados los podemos hervir en agua con sal un par de minutos, o bien descongelarlos en el microondas a potencia máxima unos 2-3 minutos. Y vòila, listas para cocinar.

Las espinacas en bote ya vienen listas para echar en la sartén, rellenar lo que queráis o incluso calentar y comer sin más. Por eso, y porque son muy versátiles en la cocina, son un comodín que no puede faltar en vuestra despensa. La gran ventaja es que ya sean congeladas o en bote, lo que vemos es lo que hay. Por el contrario, las espinacas frescas pierden muchísimo volumen una vez las cocinamos, por lo que igual creemos que tenemos una cantidad enorme con un simple manojo pero luego nos damos cuenta de que no alcanza para una ración completa. 

Algunas recetas con espinacas de bote o congeladas…

… pero hay montones más. Aquí os proponemos algunas para que les saquéis todo el partido:

Recordad: cocinar con espinacas congeladas o de bote es muy fácil, rápido y barato. En pocos minutos podréis preparar platos llenos de fibra, sabor y nutricionalmente muy interesantes si las combináis, por ejemplo con legumbres. ¡Que no falten nunca en vuestra despensa!

María Domínguez Díaz

Consultora de marketing verde. Community Manager y redactora web especializada en sostenibilidad. Colaboro con agencias de comunicación y ayudo a pymes a mejorar su presencia digital. Escribo cuando puedo en mi blog. También formo parte del proyecto Día Mundial del Veganismo.

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