Frutas y verduras de temporada en febrero
Ya queda menos para que acabe el invierno. La parte positiva del frío es que estos meses nos traen un montón de verduras, hortalizas y frutas interesantes para incluir en nuestros platos. Eligiéndolas reduciremos el coste de nuestras compras, conseguiremos productos más sabrosos y estaremos estimulando la economía local.
Evitar aquellos que son traídos desde miles de kilómetros, con la cantidad de emisiones que eso genera, es algo que debemos hacer todo el año. Hay muchas alternativas de proximidad a los principales alimentos vegetales. Anotad a vuestro calendario de temporada estas novedades de febrero.:
Calçots
Esta variedad de cebolla tierna es muy consumida en Cataluña. Típicos de la zona más interior, son imprescindibles en la gastronomía catalana.
De hecho, los calçots de la zona de Valls (Tarragona) tienen Denominación de Origen.
Se degustan en fiestas (calçotades) con salsa romesco. Esta salsa tiene como ingredientes tomate, ajo, pan machacado, ñoras, almendras y avellanas tostadas y romero, aceite de oliva, vinagre y sal. Se come el tallo blanco, y se cocinan a la brasa. Es habitual también consumirlos con la salsa conocida como saltxivada, que lleva más tomate y menos ñora que la romesco.
Espárragos trigueros

Los primeros espárragos verdes ya llegan en febrero. Si os gusta la fotografía, aquí tenéis un tutorial para principiantes para fotografiar espárragos verdes y sacarlos bien guapos. Además, los podemos encontrar en junio, pero ahora también es buen momento para comprarlos a precio razonable.
Cómo elegir los mejores espárragos verdes y en qué recetas incluirlos, en este post sobre verduras de temporada en otoño. Se venden en manojos, y debemos elegir los de color verde intenso, firmes y más gruesos. Son muy ricos en fibra, vitaminas A, del grupo B, magnesio, fósforo, calcio y potasio.
De la forma más sencilla, a la plancha, están muy ricos. Pero hay muchas recetas en las que los podemos incluir:
- Espárragos con bechamel y pimentón.
- Espárragos y vichyssoise con crocante de avellanas.
- Crema de espárragos y puerros.
- Revuelto vegano de tofu y espárragos.
- Pizza vegana de espárragos trigueros.
- Espárragos trigueros a la plancha con salsa romesco.
- Risotto vegetariano de espárragos trigueros.
Guisantes
Son las semillas inmaduras de una planta leguminosa trepadora que se cultiva en todo el mundo. Guisante, chícharo, arveja… Se conocen con múltiples nombres y están presentes en la gastronomía de muchos países.
Entre legumbre y verdura, lo que importa es que aportan nutrientes muy interesantes: vitamina A, C y K, además de bastante B1. También tienen hierro, fósforo y magnesio, así como mucha más cantidad de proteína que las hortalizas. La ventaja es que resultan más ligeros y fáciles de digerir que las legumbres. Además, los guisantes contienen lisina, por lo que van perfectos con cereales y frutos secos. Aportan bastantes hidratos de carbonos.
- Tofu con guisantes.
- Croquetas veganas de guisantes.
- Samosas de patata y guisantes con chutney de tamarindo.
- Cocido de guisantes y seitán.
- Hamburguesa de guisantes.
- Crema de guisantes al curry.
- Tallarines con guisantes.
- Falafel vegano de guisantes.
Judía verde
¿Sabíais que en realidad, hablamos de legumbres cuando hablamos de judías verdes? Pero no solemos catalogarlas como tales porque las usamos inmaduras, vaina incluida. Además, las empleamos en la cocina como cualquier otra verdura u hortaliza: al vapor, en salteados, en purés o en cremas.
Podemos comerlas todo el año, porque es uno de los congelados más frecuentes, ya sea en su versión plana o redonda. Esta presentación es muy cómoda; vienen lavadas y cortadas, listas para echar en la sartén. Pero en plena temporada podemos catar su verdadera textura y sabor, aunque nos den un poquito más de trabajo. Merece la pena, prometido.
Además de la clásica preparación de judías verdes con patatas —mejor al vapor que cocidas, para que queden algo más crujientes y también conserven más los nutrientes— os proponemos estas:
- Judías verdes que sí están buenas.
- Revuelto vegano de judías verdes.
- Judías verdes con tomate.
- Pan plano con judías verdes francesas al vinagre balsámico y sésamo.
- Judías verdes con salsa de almendras tostadas.
- Salteado de judías verdes con champiñones al limón.
- Crema de judías verdes.
- Judías verdes con almendras y salsa de miso.
- Judías verdes con frutos secos.
Acelga

Es una verdura súper versátil de la que hemos hablado en más ocasiones, porque en enero también está de plena temporada.
Apio
También lleva un tiempecito de temporada. Nos habrá ayudado, seguro, a volver un poco al orden alimenticio después de las navidades, pero está genial en crudités, en ensaladas o como parte de la base de sopas, cremas de verduras y salsas varias.
Col
La verdura de invierno por excelencia en todas sus variedades. La conoceréis por éxitos como “col rizada o kale”, “col lombarda”, “repollo” o “coliflor”. Pero esta última merece comentario aparte.
Coliflor
Ya la mencionamos en el post sobre verduras de temporada en enero, pero queremos seguir apostando por ella. No huele mal al cocinarla si sabes cómo, tampoco tiene porqué dar gases y hay muchas más formas de cocinarla que cocida o al vapor. Aquí tenéis todos los trucos para cocinar la coliflor y disfrutar de ella.
- Coliflor ajorriera.
- Sopa de coliflor cruda.
- Coliflor con tahini.
- Brandada de coliflor.
- Paté de coliflor.
- Coliflor con salsa de almendras.
- Coliflor a al naranja.
- Coliflor estilo buffalo.
- Pasta a la boloñesa de coliflor.
- Albóndigas de coliflor.
Endibia
También conocida como endivia, no hay forma de escribirla mal. Bueno, sí, con hache, mejor que no se os ocurra. En enero también está de temporada, o sea que os volvemos a remitir a este invernal post para saber cómo aprovechar esta hortaliza sin aparente mucha gracia.
Espinaca
Otra grande de entre las grandes verduras invernales que siguen de temporada después de enero.
Lechuga

Poco más podemos decir que no hayamos dicho más de la hoja reina de las ensaladas, por ejemplo, en este post.
Puerro
Otro imprescindible del que hemos hablado porque, por suerte, está de temporada también en buena parte del final del verano y otoño. Pero es en los meses fríos cuando podemos encontrar los más sabrosos y de tallo grueso.
No debe faltar en vuestros platos de cuchara por el sabor y textura que aporta. ¿Dudas? Os las resuelve este útil tutorial de cómo hacer cremas de verduras y hortalizas.
A la hora de elegirlos es importante que las hojas sean de un verde brillante y la raíz de un blanco uniforme. Guisos, sopas, purés… no tienen sentido sin puerro. Contiene mucha agua y fibra, así como calcio, magnesio, potasio, fósforo y vitaminas C, B6 y B9.
- Puerros picantes.
- Croquetas de puerro y zanahoria.
- Puré de puerros.
- Gratén de puerros.
- Vichyssoise vegana.
- Tortilla vegana de calabacín y puerro.
- Patatas con puerro.
- Crema de puerros vegana.
- Empanadas de puerro.
- Lasaña de calabaza y crema de puerros.
- Berenjenas rellenas de puerro y champiñones.
- Pastelitos de calabaza, puerro y canela.
Repollo
Es una verdura clásica muy presente en las recetas más tradicionales. Os contamos más sobre ella en este post sobre verduras de temporada.
Kiwi
En plenísima temporada, tendremos kiwis —quibis para algunas generaciones —hasta marzo. Es en Galicia en donde se concentra la mayor cantidad de cultivo de esta fruta y también de la variedad enana, el kiwiño. Pero el kiwi también está presente en toda la cornisa cantábrica, Aragón, Valencia y Cataluña.
Es la fruta reina de la vitamina C y la fibra, y también es rica en potasio, calcio, fósforo y magnesio. Si os pica la lengua después de comerlo es que tenéis un poquito de alergia, pero no es nada importante.
Resulta muy dulce cuando está bien maduro, por eso va tan bien para hacer postres. Los más ácidos podemos incluirlos en ensaladas.
Naranja
Esta fruta invernal se cultiva, sobre todo, en países mediterráneos. Tiene menos vitamina C que el kiwi, pero también es interesante por la cantidad de fibra que aporta y por su sabor dulce.
Además de para postres, smoothies o zumos, se usa mucho para dar un toque cítrico a las salsas y algunos platos salados.
Hay muchas variedades, pero en general contienen betacarotenos, calcio, magnesio, ácido fólico, fósforo, potasio, cobre y cinc. Para beneficiarnos de todas sus propiedades lo mejor es, como con el resto de la fruta, comerla cruda y entera, mejor que cocinada o en zumo.
La más dulce es la variedad llamada navel, pero también las encontramos blancas o lisas —que son las más usadas para zumo—. Ahora está en plena temporada la naranja sanguina, de color rojizo y un sabor peculiar, que recuerda un poco a la frambuesa.
- Vermicelli al sésamo y la naranja.
- Coliflor a la naranja.
- Tofu crujiente de naranja.
- Crema de calabaza y naranja.
- Pato a la naranja vegetal.
- Crema de naranjas sanguinas con vainilla.
- Tarta vegana de chocolate y naranja.
- Torrijas al limón y naranja con sirope de dátiles.
- Tarta de zanahoria y naranja con crema de yogur de soja.
- Naranjas gelatinizadas.
Limón
Los meses fríos son, sin duda, los mejores para encontrar los cítricos en todo su esplendor. El limón es otra fruta básica en la cocina, muy versátil. Sirve para acompañar infusiones, para aliñar ensaladas, para hacer salsas, marinados… Los hay, como las naranjas, con la piel más gruesa o más fina, y una pulpa más o menos apropiada para extraer zumo. Contiene vitamina C, calcio, magnesio y resulta muy refrescante en las bebidas frías.
También podemos utilizar la piel para postres, como el tradicional arroz con leche, pero también en salteados y aliños. Ojo, cuanto menos “parte” blanca lleve la piel, mejor; resulta muy amarga.
- Alcachofas asadas con limón y hierbas.
- Brócoli con crema de limón.
- Tallarines de arroz al toque de limón.
- Pan de limón.
- Mousse de limón vegano.
- Galletas veganas de avena y limón.
- Bizcocho de limón y semillas de amapola.
- Cheesecake vegano de limón.
Con todos estos ingredientes podemos comer rico, barato y muy saludable si nos lo proponemos. Recordad que comprar productos de temporada es un compromiso con el consumo responsable que debemos mantener todo el año.

Consultora de marketing verde. Community Manager y redactora web especializada en sostenibilidad. Colaboro con agencias de comunicación y ayudo a pymes a mejorar su presencia digital. Escribo cuando puedo en mi blog. También formo parte del proyecto Día Mundial del Veganismo.