Tortilla de patatas vegana hecha con patatas cocidas

Cómo hacer tortillas de patatas sin huevos

La tortilla de patatas es sin duda una de las señas de identidad de la cocina española, pero ¿cómo la hacemos sin huevos? Pues con un poco de imaginación :) Ya que la estructura de la tortilla se compone de patata frita o cocida lo único que necesitaremos es crear una mezcla líquida (o “no-huevo”) con  ingredientes vegetales que haga las veces de huevo: que cuaje, que quede tierna, esponjosa, sabrosa y jugosa, que no se desmorone. Para ello utilizaremos ingredientes sencillos que detallamos a continuación:

Ingredientes

Ingredientes para hacer tortillas de patata veganas

Para hacer la mezcla de no-huevo (sustituto del huevo):

Harina de garbanzos

Como hemos comentado en otros artículos y tutoriales, como en “Cómo sustituir el huevo“, la harina de garbanzos es un buen sustituto tanto por el color como por la textura que adquiere una vez cocinada. Al mezclarla con agua y otros líquidos adquiere una textura cremosa y sedosa que se puede aprovechar tanto para hacer tortillas como otros preparados (rebozados, bollos, panes, albóndigas, hamburguesas, etc.). Lo que no hay que olvidar es que es una harina hecha con garbanzos molidos, por lo que tendrá sabor a esta legumbre. Para evitar un sabor excesivo es conveniente añadir vinagre de manzana, de vino blanco o de arroz (u otro vinagre que te guste, preferiblemente de sabor suave), que hará que nuestra tortilla no sepa a garbanzos secos y que tenga el punto de acidez necesario. Se puede utilizar también zumo de limón.

Hemos elegido la harina de garbanzos porque tras probar multitud de combinaciones con otras harinas esta es la que mejores resultados da. En comparación con otras harinas queda mucho más tierna, esponjosa y a la vez cremosa. Es una harina alta en proteínas, por lo que es fácil obtener tortillas con una superficie dorada muy apetecible; ya tiene color amarillo, por lo que no es necesario añadir cúrcuma u otros colorantes; retiene bien la humedad durante la cocción (siempre que no nos pasemos cocinando la tortilla, que, como todo lo que hagamos, seguirá perdiendo humedad cuanto más tiempo la tengamos al fuego), etc. Puedes leer más sobre cómo cocinar con harina de garbanzo en este artículo.

Se puede encontrar harina de garbanzo a buen precio en tiendas de alimentación árabe e hindú (aprox. 2,50€ el paquete de 2 kg), en algunos herbolarios y tiendas de dietética y en tiendas veganas.

Se pueden usar otras harinas, como la de maíz o la de trigo, aunque, como hemos comentado, los resultados son mucho mejores con la harina de garbanzo. También se pueden mezclar varias harinas para conseguir una masa con la consistencia y sabor que queramos. Por ejemplo se puede hacer una mezcla de harina de garbanzo, de maíz y de arroz si queremos una tortilla con un exterior crujiente.

Como las tortillas hechas sólo con harina de garbanzo no tienen mucha elasticidad y pueden tender a resquebrajarse, utilizamos también un almidón.

Almidón de tapioca, de patata o de maíz

Es conveniente utilizar una pequeña cantidad de alguno de estos almidones junto con la harina de garbanzos (o la que queramos usar) para que ayude a crear una tortilla tierna, jugosa y elástica. Lo que hacen los almidones en nuestra tortilla es gelificar, crear una masa espesa y elástica que mantiene la humedad y la forma. El almidón de maíz (maicena) tiende a crear un gel más duro y firme, mientras que el de tapioca y el de patata más viscoso y elástico. Aunque puedes usar cualquiera de ellos, el que tengas en casa o te sea más fácil conseguir, recomendamos usar el de tapioca (las tortillas quedarán más ligeras y jugosas, no duras).

La proporción de almidón también es importante en las tortillas, ya que un exceso nos puede llevar a una tortilla dura y rígida o demasiado blanda y gelatinosa. También puede afectar al sabor, haciéndola ligeramente amarga si se tuestan mucho los almidones.

Algunos sustitutos comerciales del huevo son casi todo almidones (puedes comprobar los ingredientes), por lo que pueden funcionar bien como sustituto de la clara de huevo en ciertas preparaciones (sobre todo bollos y masas), pero no dan los mejores resultados utilizándolos de forma exclusiva como base para las tortillas veganas.

Otras harinas para cocinar sin huevo se aproximan más a lo que sería la harina de tempura, pensadas para sustituir los huevos en recetas con poca cantidad de éstos o cuya función no sea de vital relevancia para la receta (por ejemplo bizcochos, magdalenas y algunos tipos de bollos), o directamente para rebozados. Suelen ser mezclas de harina de trigo, algún almidón y harina de arroz, que dan lugar a una masa que, al cocinarla, tiende a quedar más crujiente que tierna y cremosa.
Cualquiera de estas harinas también se puede utilizar en pequeñas cantidades junto con la harina de garbanzo para lograr diferentes texturas y sabores.

Estas harinas se pueden encontrar en supermercados normales y corrientes y también en tiendas de alimentación árabe, hindú, rusa y latina, supermercados orientales, herbolarios y tiendas de dietética y tiendas veganas.

Leche de soja

Aunque se puede utilizar cualquier leche vegetal, la leche de soja nos va a venir muy bien ya que es alta en proteínas y contiene más sólidos que otras leches vegetales, lo que se traduce en unas tortillas más tiernas y jugosas y mejor doradas por fuera. Algunas leches vegetales, como la de arroz, contienen una buena cantidad de almidones que pueden afectar a la estructura de la tortilla (es como si añadiésemos más almidones a la masa) y menor contenido de sólidos, por lo que es casi como añadir sólo agua (que también se puede). Además, la mayoría de leches de soja tienen un sabor bastante neutro que permite que las utilicemos para sutituir la leche de vaca en cualquier preparación, como para salsas (especialmente bechamel), postres, dulces, etc.

Para las tortillas lo mejor es una leche de soja comercial que no sea dulce, azucarada ni con sabores, o una leche casera de almendras, anacardos o nueces de macadamia, de esa forma podremos controlar que no sea una bebida demasiado aguada y con el sabor que queramos (os hemos puesto almendras, anacardos o macadamia porque son las que mejor sabor dan para las tortillas, sin que se note demasiado ni predominen sobre otros sabores).

Además de una leche vegetal utilizaremos también agua para hacer la mezcla. Si utilizamos sólo leche vegetal la tortilla nos puede quedar muy densa, pesada e incluso dura (al cocinarse se evaporará agua, si la masa contiene poca agua y muchos sólidos -harinas, almidones, sólidos de la leche vegetal- se secará mucho antes de terminar de cocerse por dentro y dorarse por fuera). Utiliza también agua para conseguir un buen balance y que quede ligera y tierna.

Para la estructura de la tortilla

Patatas

Esto es imprescindible para una tortilla de patatas. Hay unas cuantas variedades de patatas en el mercado aunque muchas veces no lo especifiquen (puedes leer más en este artículo). Utiliza las patatas que uses normalmente y que te gusten. Puedes usar patatas para freír (variedad Monalisa por ejemplo) si quieres hacer la tortilla friendo las patatas (es como se suele hacer normalmente) o utilizar una variedad más cremosa (como las Desirée) si las vas a cocer.

Cebolla

No es imprescindible salvo que te guste la tortilla de patatas con cebolla. Elige preferiblemente cebollas blancas o dulces para que se pueda apreciar su sabor en la tortilla pero sin que se repitan ni queden muy fuertes (puedes usar la variedad de cebolla que quieras de todas formas). Si te gusta el sabor de la tortilla con cebolla pero no te gusta encontrártela, puedes utilizar cebolla en polvo o triturada, mezclándola con la masa líquida antes de añadir las patatas y proceder a cocinar la tortilla.

Calabacín

Tampoco es un ingrediente indispensable para las tortillas pero es muy recomendable añadirlo, ya que aporta mucha jugosidad (y estructura) sin dar sabor a calabacín. Absorbe muy bien el sabor de la patata y el resto de ingredientes. Las tortillas con un poco de calabacín tienden a quedar más tiernas, cremosas y jugosas.

Tomate

Otro ingrediente que no es imprescindible pero que nos puede gustar mucho en la tortilla. Por ejemplo se puede batir medio tomate con la mezcla líquida para obtener una crema de un tono más anaranjado, más densa, con más agua y un punto de acidez (si usas tomate puedes reducir la cantidad de vinagre que añades para mejorar el sabor de la harina de garbanzo). Después la tortilla no sabrá a tomate, pero estará un poco más tierna, más cremosa y con un tono un poco más oscuro.
Si añades el tomate en dados a la mezcla después sí notarás su presencia (se ven los trozos, claro), igual que si añades otros ingredientes como espinacas, guisantes, pimientos, espárragos, etc.

Sal Kala Namak

La sal Kala Namak o sal negra del Himalaya tiene la peculiaridad de saber a huevo cocido por su contenido en sulfuros. Con una pequeña cantidad podemos dar sabor a huevo a cualquier cosa que queramos. Eso sí, preferiblemente antes de servir el plato, ya que a temperaturas altas desaparece el sabor y aroma de estos compuestos. Puedes leer más sobre esta sal aquí.

Aceite

Utiliza un aceite que tenga un punto de humo alto para freír las patatas, a ser posible que sea virgen o que sólo lo hayas usado para freír otras patatas (para evitar que confiera sabores raros a las patatas). Este aceite después se podrá reutilizar.

Para hacer la tortilla, una vez mezclados los ingredientes, utiliza preferiblemente un aceite de oliva virgen extra (el que más te guste o el que tengas en casa y suelas utilizar), aunque usemos muy poca cantidad se nota tanto al tostar la superficie como después al probar la tortilla.

Preparando una tortilla de patatas vegana

Vamos a empezar con una tortilla de patatas lo más parecida a la tradicional, friendo las patatas y con cebolla y calabacín, paso a paso para que veáis cómo queda. Para esta receta, para una tortilla gruesa de 20 cm de diámetro, necesitaréis:

  • 450 g de patatas
  • 1/2 cebolla dulce
  • 1/2 calabacín mediano
  • aceite de oliva o de girasol para freír

Para la mezcla líquida:

  • 75 g de harina de garbanzo
  • 2 cucharadas de almidón de tapioca o de maíz (maicena)
  • 1 cucharada y media de vinagre de manzana
  • 200 ml de agua
  • 90 ml de leche de soja (sin azucarar y sin sabores)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Calienta abundante aceite en una sartén mediana o grande a fuego medio. Tenemos que cocinar en él las patatas procurando que queden tiernas pero sin que se tuesten, así que calentaremos el aceite a fuego medio (o casi medio, podemos regularlo después, cuando pongamos las patatas).

Pela las patatas, lávalas y córtalas en rodajas no demasiado finas (no vamos a hacer patatas fritas de bolsa).

Patatas cortadas en lonchas para tortilla

Para hacerlo más rápido utiliza una mandolina.
Si quieres que las patatas se hagan muy rápidamente puedes picarlas en trocitos en lugar de cortarlas en rodajas. La tortilla no quedará exactamente igual (por la forma de la patata), pero también sirve.

Pela el calabacín y córtalo en rodajas un poco más gruesas que las patatas. Deja las rodajas de calabacín en remojo con agua y una pizca de sal.

Calabacín en remojo para tortilla de patatas

Dejándolo en remojo evitaremos que absorba demasiado aceite. No impedirá que absorba algo de aceite, pero desde luego no quedará aceitoso y empalagoso.

Cuando se haya calentado el aceite coloca las patatas en la sartén, por capas, hasta que estén todas las rodajas sumergidas. Si el aceite está muy caliente se dorarán muy rápido las de abajo. Procura mantenerlo a fuego medio (o medio-bajo) para que se cuezan pero sin llegar a dorarse (más o menos 165ºC).

Mientras se hacen las patatas pela y corta la cebolla en lonchitas igual de gruesas que las patatas y sepáralas.
Cuando las patatas estén translúcidas (habrán pasado 4-8 minutos) remuévelas bien, dales la vuelta con una espumadera y añade la cebolla.

Añadiendo cebolla a las patatas

Remueve de nuevo las patatas y deja que se siga haciendo todo junto.
Cuando veas que la cebolla empieza a estar transparente y tierna (tardará 4-5 minutos), escurre el calabacín y añádelo.

Añadiendo calabacín a las patatas y cebolla

Mézclalo bien todo con la espumadera. En este punto le quedará poco a las patatas y algunas se romperán al removerlas. No te preocupes, después la tortilla quedará bien.

Cuando el calabacín esté casi transparente y bien hecho, tierno, la cebolla muy tierna y las patatas bien hechas (y puede que algunas ligeramente doradas), apaga el fuego y saca las patatas, cebolla y calabacín con una espumadera a un colador o escurridor para que sigan escurriendo aceite. Ponlo sobre un cazo o una cacerola pequeña y así podrás reutilizar el aceite que vaya cayendo.

Escurriendo las patatas, calabacín y cebolla

Mientras escurren las patatas iremos haciendo la mezcla líquida o “no-huevo” para la tortilla.

Para ello sólo tienes que poner en un bol la harina, almidón, vinagre, leche de soja, sal y agua y batirlo todo junto con la batidora hasta que quede una mezcla homogénea y sin grumos (1 minuto a velocidad media-alta). La mezcla será más líquida que una bechamel, se parece un poco más a la masa de tortitas.

Mueve las patatas para que escurran un poco más si tienen aún bastante aceite (puedes agitar el colador) y seca un poco la superficie con papel de cocina absorbente (absorberá aceite). Pasa las patatas con la cebolla y el calabacín al bol con la mezcla de no-huevo y mézclalo bien con una cuchara.

Mezclando las patatas, calabacín y cebolla con la masa líquida

Las patatas aún estarán bastante calientes y la mezcla en general espesará un poco.

Ve preparando la sartén o sartenes en las que vayas a hacer la tortilla. Es recomendable utilizar una sartén antiadherente o sartenes para tortillas (también antiadherentes). Las que utilizamos nosotros son estas:

Sartenes para hacer tortillas

Son dos sartenes de 20 cm que encajan una sobre la otra, muy finas, que permiten hacer las tortillas bien tapadas y darles la vuelta cómodamente sin miedo a que se caigan o salpiquen, conservando además la forma. Puedes utilizar cualquier sartén antiadherente y un plato grande para darle la vuelta a la tortilla o un volteador de tortillas (es como un plato de plástico resistente con una agarradera). Estas sartenes, al ser muy finas, permiten que la masa se haga y dore rápidamente a fuego lento. Si tus sartenes son gruesas o de fondo grueso tendrás que subir un poquito el fuego.
Recuerda también que las cantidades para la tortilla son para sartenes de 20 cm de diámetro, es decir, que si usas una sartén más pequeña te saldrá una tortilla más gruesa (y necesitará unos minutos más de cocción) y si usas una más grande te saldrá una tortilla más fina (y necesitará unos minutos menos de cocción).

Pon la sartén a fuego medio con una cucharada de aceite. Extiende el aceite por toda la superficie. Vierte la mezcla de la tortilla en la sartén, alisa la superficie con una cuchara, tápalo (con la otra sartén o con una tapadera) y deja que se haga a fuego lento (en nuestro caso al mínimo).

Revisa la tortilla de vez en cuando. Tardará unos 10 minutos en estar hecha por un lado.

Tortilla de patatas con cebolla cocinándose

Le daremos la vuelta cuando la superficie se vea un poco hecha y al agitar la sartén se despegue de los bordes. Es importante no dejar demasiado tiempo la tortilla o se nos hará demasiado y quedará seca.
Extiende una cucharada de aceite en la otra sartén y dale la vuelta a la tortilla (o dale la vuelta con un plato o volteador de tortillas: colócalo encima, sujetándolo con una mano, y con la otra el mango de la sartén. Dale la vuelta de forma que la tortilla quede en el lado del plato. Vuelve a colocar la sartén en el fuego y desliza la tortilla del plato a la sartén).

Tortilla de patatas con cebolla cocinándose

Tápala de nuevo y déjala a fuego lento 5-7 minutos más, hasta que esté hecha y dorada también por el otro lado (para comprobarlo dale la vuelta de nuevo).

Tortilla de patatas con cebolla cocinándose

Si la tortilla está dorada, se ve tierna y mantiene la forma, puedes retirarla del fuego y dejar que repose 5 minutos antes de servirla. Si no estás segur@ de si está bien hecha, puedes pincharla con un cuchillo. Si sale con mucha masa más bien líquida pegada, le faltan unos minutos de cocción. El cuchillo no tiene que salir limpio (salvo que queramos una tortilla muy compacta) sino con restos de masa cremosa que, al probarla (sopla primero, que quema) sepa bien, no a harina sin cocer.

Sírvela por el lado que más te guste, entera o cortada. Para un sabor mucho más conseguido, espolvorea por encima con una pizca de sal kala namak.

Tortilla de patatas vegana con cebolla y calabacín

Y así es como queda esta tortilla. Muy tierna, jugosa, con muy buen sabor… Sírvela acompañada de lo que quieras, por ejemplo una mayonesa vegetal (tienes aquí un tutorial para aprender a hacerla), pan, aceitunas, tomate natural, etc. Utilízala para hacer tapas y pintxos, para sándwiches, bocadillos, etc. Vamos, para lo mismo que cualquier tortilla de patatas.
Una vez hecha puedes dejar que se enfríe y guardarla en la nevera hasta 3 días o congelarla (máximo 1 mes), siempre en un recipiente bien cerrado.

Por supuesto esta no es la única forma de hacer una tortilla de patatas, como hemos comentado al principio se puede omitir el calabacín y la cebolla, o se pueden usar otros ingredientes, o incluso cocer las patatas en lugar de freírlas.
Normalmente la tortilla de patatas se hace friendo las patatas como en los pasos anteriores, y si lo hacéis así os gustará mucho el resultado. Eso sí, escurridlo bien para que no quede una tortilla aceitosa y pesada. Con las patatas cocidas el sabor cambia un poco ya que el proceso de cocción de éstas es diferente, pero también quedan unas tortillas buenísimas.

Os explicaremos también cómo hacer una tortilla de patatas vegana con patata cocida:

Los ingredientes son casi los mismos. Necesitarás:

  • 450 g de patatas (preferiblemente pequeñas para que se cuezan en el menor tiempo posible)

Para la mezcla líquida:

  • 75 g de harina de garbanzo
  • 2 cucharadas de almidón de tapioca o de maíz (maicena)
  • 1 cucharada y media de vinagre de manzana
  • 200 ml de agua
  • 90 ml de leche de soja (sin azucarar y sin sabores)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Pon una cacerola u olla mediana a fuego fuerte con abundante agua para cocer las patatas. Lava las patatas con un cepillo suave bajo el grifo, pero no las peles, las coceremos con piel para mantener mejor la forma.

Cuando el agua empiece a hervir agrega las patatas, ponlo a fuego medio y deja que se cuezan 12-20 minutos. El tiempo dependerá del tamaño de las patatas. Comprueba si están hechas pinchándolas con una brocheta. Si puedes atravesarlas sin mucho esfuerzo es que estarán hechas. No dejes que se cuezan demasiado tiempo o la piel se romperá y será difícil cortarlas.
Sácalas, escúrrelas y ponlas en un recipiente con agua muy fría para que se templen rápidamente.

Cortando patatas cocidas

Pela las patatas y córtalas en rodajitas no demasiado finas (se romperán) ni muy gruesas (no queremos una tortilla de mazacotes de patata). Unos 3 mm de grosor estará bien. Si lo prefieres puedes picar las patatas en trocitos, aunque es posible que se deshagan al mezclarlas con el líquido.

Para hacer la mezcla líquida de no-huevo hay que hacer lo mismo que en la receta anterior: poner todos los ingredientes en un bol y batirlos hasta que quede una mezcla cremosa y sin grumos. Añade las patatas ya cortadas a esta mezcla.

Mezclando ingredientes para tortilla vegana

Mézclalo muy bien, procurando separar las rodajas de patata que hayan quedado pegadas (no pasa nada si queda alguna).
Prepara la sartén como en la receta anterior, con una cucharada de aceite de oliva extendida por toda la superficie, a fuego medio, y añade la mezcla de no-huevo y patata. Alisa la superficie, tápalo y ponlo a fuego lento.

Tortilla de patatas en proceso

La tortilla se hará igual que la anterior. Empezará a cuajar la masa por la parte inferior. Tras unos 10 minutos de cocción la parte superior se verá un poco hecha.

Tortilla de patatas en proceso

No estará cocida del todo por arriba, pero al agitar la sartén se despega de los bordes. Entonces podremos darle la vuelta para que se haga por el otro lado. Lo mismo que para la receta anterior, extiende una cucharada de aceite en la otra sartén antes de darle la vuelta o dale la vuelta con un plato o volteador de tortillas.

Tortilla de patatas en proceso

Tápalo y deja que se termine de hacer por el otro lado a fuego lento unos 5 minutos más. Puedes revisar cómo va el otro lado dándole la vuelta.

Tortilla de patatas en proceso

Cuando se dore y esté hecha podemos apartarla del fuego y dejarla reposar unos minutos antes de servir. También como en la receta anterior podemos ver si está hecha por dentro pinchándola con un cuchillo. Salvo que quieras una tortilla muy compacta y sólida, no dejes que se haga tanto que salga el cuchillo limpio. Debe salir con restos de masa cocinada, con buen sabor, no líquida ni con sabor a harina cruda.

Sírvela como quieras, entera o en porciones.

Tortilla de patatas vegana con patatas cocidas

La diferencia entre la tortilla con las patatas cocidas o fritas está en el sabor de la patata. Si quieres que tenga un sabor más parecido a la tortilla hecha con las patatas fritas puedes hacer las patatas cocidas, una vez cortadas, a la plancha, con muy poco aceite, a fuego medio, hasta que veas que la superficie se dora muy ligeramente (no queremos que se tuesten ni que se pongan crujientes) y añadirlas a la mezcla líquida. Por supuesto también se puede añadir cebolla y calabacín, como en la anterior.

Tortilla de patatas vegana hecha con patatas cocidas

Errores comunes en las tortillas sin huevo:

✘ Quedan duras y secas
Esto suele suceder por varios motivos (o una combinación de todos ellos).
– Lo más común suele ser que la mezcla de no-huevo no contiene suficientes líquidos o contiene un exceso de harina. Como toda preparación, al cocinarla parte del agua que contiene se evapora y lo que nos quedan son los sólidos: harinas, almidones, la propia patata, etc.
– También es frecuente por un mal balance de las harinas utilizadas. Si usamos harinas que aglomeran mucho y tienden a quedar duras (por ejemplo harina de fuerza), pues la tortilla quedará dura. Lo mismo sucede cuando se añade demasiado almidón de maíz: forma un gel duro.
– Si cocinamos la tortilla durante demasiado tiempo también quedará más dura (se evapora más agua).

✘ La masa está arenosa y seca o crujiente por fuera
Es importante elegir bien los ingredientes, en especial las harinas, para que esto no suceda. La harina de maíz, polenta, sémola y harina de arroz tienden a dejar la masa arenosa con una cobertura crujiente. Son harinas que se pueden usar perfectamente para hacer tortillas, pero en su justa medida, para evitar texturas como esas.

✘ Quemada por fuera, casi líquida por dentro / se desmorona al intentar darle la vuelta
Hemos cocinado la tortilla a fuego demasiado alto. La parte en contacto con la sartén caliente se dorará muy rápidamente y formará una costra dura, mientras que el calor no ha llegado aún al interior de la tortilla.
Haz la tortilla a fuego más bajo para evitarlo.

✘ Tarda muchísimo tiempo en cuajar y queda diminuta
Sucede si nos pasamos de agua en la mezcla. Al haber mucha más agua que sólidos tardará mucho tiempo en evaporarse y en cuajar la masa.

✘ Patatas duras o crudas
Las patatas necesitan cocción previa, sea en agua o en aceite, no se harán con la masa. Lo mismo sucede con la calabaza, boniato, etc.

✘ Sabe a garbanzos o legumbres secas
Para evitar esto se añade una pequeña cantidad de vinagre a la mezcla. También puede pasar si, a pesar de añadir vinagre, no hemos añadido ninguna leche vegetal y poca agua. La mezcla se irá deshidratando y tendiendo a volver a como estaba antes: seca.

✘ La tortilla crece mientras se cocina pero después se desinfla
Esto pasa cuando se utilizan gasificantes (levadura, bicarbonato, etc.). Para las tortillas no es necesario utilizarlo. Piensa que no es un bizcocho ni un pan y que la masa está llena de fragmentos de patata que pesan y hacen que la masa, aunque crezca algo, acabe aplastada por el peso.

✘ Sabe excesivamente salada o amarga
Es un problema común cuando se intenta quitar el sabor de la harina de garbanzo utilizando bicarbonato. Pasa también en los bizcochos y bollos cuando hay cantidades de bicarbonato que no son neutralizadas con el ácido de la mezcla. El resultado es un sabor salado o amargo. Es mejor utilizar vinagre (en su justa medida, claro).
También puede quedar amarga si la mezcla líquida de no-huevo contiene demasiada cantidad de almidones y lo hemos cocinado durante demasiado tiempo.

Recomendaciones

¡Experimenta! Prueba las combinaciones de ingredientes que quieras y que te gusten tanto para hacer la mezcla líquida como para la tortilla.

Tortilla vegana con remolacha
Tortilla de patatas vegana con remolacha

Puedes añadir ajo, cebolla, pimentón, otras verduras y hortalizas… queda muy bien con espinacas, espárragos, pimientos, setas, etc., o utilizando remolacha, boniato, calabaza o similares cortados y fritos o cocidos igual que la patata.

Tortilla de patatas vegana con taro (ñame)
Tortilla de patatas vegana con taro (ñame)

También puedes mezclar varios tipos de harinas cremosas (puedes echar un vistazo a este tutorial para ver más sobre diferentes harinas).

Tortilla vegana con tofu y harina de maíz
Tortilla vegana con tofu y harina de maíz (harina de garbanzo + almidón de tapioca + harina de maíz)

Añade otros ingredientes como cebolla, tomate y/o calabacín para hacer tus tortillas más tiernas y jugosas.

Tortilla vegana con mucha patata y tomate
Tortilla vegana con mucha patata y tomate

Corta las patatas de formas diferentes para conseguir otros resultados o para acelerar el proceso de cocción. O fríelas a temperatura más alta para que queden crujientes en lugar de tiernas.

Tortilla vegana con patatas picadas
Tortilla vegana con patatas picadas

¡Practica! La cocina también requiere que practiques para mejorar! No tengas miedo a que te salga mal, lee bien este tutorial y practica para hacer que siempre quede a tu gusto.

¡Invita! Una buena tortilla, mejor en compañía ;) Invita y sorprende!

Tortilla de patatas vegana con sal kala namak

Virginia García

Chef vegana, investigando la gastronomía vegana y todas sus posibilidades. En CreatiVegan.net subo recetas. En GastronomiaVegana.org subo tutoriales y artículos sobre ingredientes y procesos.

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17 comentarios

  1. ¡Grandísimo post! Un apunte, por aquello de mejorar nuestra economía, la harina de garbanzo se puede encontrar a mucho mejor precio en supermercados normales (Hipercor, por ejemplo) y es que no olvidemos que las famosas tortillas de camarones están hechas con harina de garbanzo y es un producto que sí se compra normalmente, sobre todo en ciertas zonas.

  2. Hola! Puedo sustituir la harina de garbanzos por un producto que he encontrado en Carrefour que pone “sustituto del huevo”, como el no-egg? Gracias

  3. hola soy cocinera en un hotel, estoy en el departamente del frio, me gustaria saber mas sobre la cocina vegana pues en nuesgtro hotel tenemos clientes especiales cmo le suelen decir, entre celiacos, diabeticos entre otros, me interesaria mucho aprender cosas nuevas para poder dar a mis clientes el mejor servicio gracias

    1. Karmela, tienes un montón de recetas y vídeos de ellas en la web de Dimensión Vegana, y hay un foro muy bueno con multitud de recetas, ideas, comentarios y gente muy buena cocinera que se llama forovegetariano. Ojala cocines muchas cosas veganas :-)

  4. Oh my. I’m so going to try this, I loved tortilla when I still ate egg. It was my go-to breakfast when in Spain. Thank you for sharing this recipe!

  5. Hola!
    Me encanta este tutorial! Resalta por su descripción tan detallada y su abundáncia en información interesante.
    Jo aprendí, tostar ligeramente la harina de garbanzo, antes de usarla. Así pierde du sabor.
    Saludos y felicidades por este magnifico Blog :)
    Eva

  6. Acabo de probar esta receta y la verdad es que no nos gusto para nada. Era super pastosa y sabia a harina. De todas las recetas de tortilla de patatas vegana que probre, esta ha sido la peor, pero bueno, seguro que no vas a dejar publicar este comentario porque es negativo…

    1. Hola Melissa!
      Siento mucho que no te quedase bien. En el tutorial tienes explicaciones sobre lo que comentas: cómo hacer que no sepa a harina, que no quede pastosa ni seca, etc. Las condiciones de una cocina a otra no son siempre las mismas, por eso hay que adaptar las recetas, no siempre salen bien a la primera, hay que seguir practicando ;)
      Un saludo!

  7. ¡Hola! ¿Esta mezcla de “no huevo” sirve también para repostería? ¿O sólo para tortillas? Estoy viendo otras utilidades de la harina de garbanzo en https://www.gastronomiavegana.org/ingredientes/10-formas-de-cocinar-con-harina-de-garbanzo/ pero estoy dudando exactamente esto: esta mezcla, para qué más sirve (es decir, que si en repostería sirve y es alternativo a usar el lino molido, por ejemplo). ¿Y equivale a unos tres huevos, no? ¡Gracias!

    1. Hola Lucía!
      Esta mezcla es específica para el tutorial que trata (tortillas de patatas sin huevo), pero una mezcla de harina y agua también sirve para hacer rebozados y empanados y para sustituir el huevo en magdalenas por ejemplo. Lo que cambia es la proporción harina:líquido y si se añade o no sal.
      Un saludo!

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